Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Un perito informático puede certificar la no manipulación de una imagen mediante el análisis informático forense con herramientas que detectan áreas de una imagen que tienen diferentes niveles de compresión.
En las imágenes JPEG, la fotografía digital debe tener más o menos al mismo nivel de error. Si se detecta un área de la imagen que tiene un nivel de error significativamente diferente, es muy probable que se haya modificado por algún software.
En un proceso judicial, las capturas de pantalla o imágenes impresas que se presentan tienen que estar certificadas para demostrar su veracidad. Con este tipo de pruebas es fundamental verificar la información relacionada con las imágenes, certificando si han sido o no modificadas o editadas.
En el caso de los archivos de vídeo, el perito informático analiza los metadatos del mismo, que son unas propiedades internas al propio. Dichos metadatos corren el riesgo de desaparecer o de ser modificadas si se produce una copia no forense del archivo. Los metadatos de un archivo nos informan de la fecha de creación del mismo, de su última modificación, de su última lectura, como también de las coordenadas geográficas en las que fue realizado el vídeo, el tipo de dispositivo con el que fue grabado, etc…
En el análisis forense deberá certificar si se puede o no, observar en los metadatos del vídeo, el rastro de ningún programa de edición.
Finalmente, el perito informático podrá concluir que archivo multimedia presenta o no presenta indicios de manipulación y, si se puede o no considerar como prueba a todos los efectos procesales.
Los movimientos de los archivos dentro de un sistema informático concreto dejan huella. Y en la mayoría de los casos, incluso aunque hayan sido eliminadas, estas huellas pueden descubrirse y monitorizarse. Esto no solo sirve para verificar ciertas imágenes verdaderas y por tanto como potenciales pruebas jurídicas sino también para determinar que la otra parte ha intentado manipular las evidencias.
En cualquier caso, para detectar imágenes manipuladas contamos con algo más que las huellas digitales: las marcas en las propias imágenes también hablan de su autenticidad o manipulación. Así, las distorsiones, las sombras extrañas, la pixelación, los patrones repetidos, los bordes raros, la ausencia de reflejos o los textos al revés pueden resultar cruciales para definir la falsedad de una fotografía.
Peritos Digitales © 2022 Todos los derechos reservados.